«Las perdices del domingo» es un nuevo diario de caza, que abarca desde agosto de 1974 a febrero de 1978, y en el que se recogen lances y anécdotas, la descripción de paisajes, el disfrute de la naturaleza pero también el lamento y la denuncia. Delibes no pierde ocasión de poner el dedo en la llaga: «Domingo tras domingo -escribe en su «justificación preliminar»-, en otoño y en invierno, el cazador sale al campo en pos de las perdices, unos días con suerte y otros sin ella, pero, en todo caso, las perdices disminuyen en la percha y en el campo, con lo que no descarto que estas páginas, al correr de los años, puedan ser la constatación de un proceso devastador, en virtud del cual Castilla se fue despoblando de pájaros, como siglos atrás se despobló de bosques».