Esta obra narra, en forma de diálogo con un desconocido interlocutor, la visita que Delibes hizo a Checoslovaquia en la primavera de 1968, justo unos meses antes de producirse la intervención soviética el 21 de agosto de ese mismo año. El escritor pudo experimentar de cerca el intento de liquidar las viejas estructuras estalinistas y la búsqueda de nuevas y esperanzadoras formas de un socialismo democrático. Es precisamente lo que se había bautizado como la «primavera de Praga».
Delibes ya intuye en sus crónicas una larvada incertidumbre por parte de los gestores de tal apertura, que desgraciadamente se haría realidad unos días antes de salir el libro a la calle. «En prensa este libro -escribe a vuela pluma Delibes en el prólogo- me llega la noticia de la invasión de Checoslovaquia por las tropas rusas y sus aliados del Pacto de Varsovia […] Pese a todo, sigo creyendo en la posibilidad de hacer compatibles la justicia y la libertad y no dudo de que, a la larga, el paso dado por Rusia -torpe y brutal- acabará volviéndose contra ella». Palabras premonitorias que, con el paso del tiempo, dan aún más valor a esta crónica de viajes, sin duda la de mayor carácter político de las salidas de la pluma de Delibes.