Diario de un emigrante

Destino, 1958

Miguel Delibes escribe esta novela, según propia confesión, a raíz de su estancia en Santiago de Chile, en 1955, tras haber ido leyendo en el viaje de ida su «Diario de un cazador», recién salido de la imprenta.

Lorenzo el cazador, ya casado con la Anita, emigra a Chile en busca de fortuna, dada la pobreza y las limitadas oportunidades que le ofrece su Castilla natal. A lo largo de un año escaso que dura la aventura, Lorenzo seguirá apuntando en su diario las incidencias de su acomodo al nuevo país y a las nuevas costumbres, los piques y enfados de la pareja, el descubrimiento asombrado de un nuevo uso del idioma castellano, los sueños, ilusiones y desarraigo de quienes se ven obligados a dejar su tierra y el desengaño final ante la imposibilidad de hacer fortuna.

Asombra en este relato la capacidad del novelista castellano para hacer suyo el modo de hablar de Chile, cuyo variopinto vocabulario incorpora progresivamente el protagonista, Lorenzo, a su ya peculiar manera de expresarse.