Cinco horas con Mario

Destino, 1966

Carmen Sotillo, Menchu, acaba de perder a su marido, Mario, y vela su cadáver a lo largo de la noche. Algunos párrafos subrayados en una Biblia que Mario tiene en la mesilla desatan en Menchu una oleada de recuerdos y un denso y desordenado monólogo en el que pasa revista a la vida en común, con todo cuanto de comprensión e incomprensión ha habido entre ellos. La mentalidad burguesa y acomodaticia de Menchu contrasta con el espíritu liberal, inconformista y comprometido de Mario, que su esposa no deja de censurar a lo largo del monólogo.

De hecho, y según confesión del propio Delibes, la fórmula de monólogo interior adoptada por el novelista en esta obra respondió a exigencias de la censura reinante en la época, pues de haber presentado a Mario vivo, defendiendo las ideas que su viuda le echa en cara, la novela no hubiera obtenido el beneplácito de los censores.